Deben acudir los dos miembros de la pareja para efectuar todas las pruebas necesarias que descarten enfermedades que desaconsejen el embarazo. También para conocer el estado inmunitario de los pacientes frente a determinadas enfermedades de tipo infeccioso que pudieran originar un contagio al feto. Las pruebas a realizar comprenden un ultrasonido vaginal, grupo y factor Rh; bioquímica; serología para toxoplasma, rubéola, Síndrome de Inmunodeficiencia Humana (HIV), RPR, citomegalovirus (CMV) y marcadores de hepatitis.