La inseminación artificial consiste en la introducción de semen previamente capacitado dentro de la cavidad uterina en el momento de la ovulación.

Las indicaciones más frecuentes son:

-Edad menor de 35 años.
-Permeabilidad de ambas trompas de Falopio.
-Ausencia de alteraciones anatómicas del útero.
-Que la paciente sea capaz de ovular de forma natural o   inducida por medicamentos.
-Infertilidad masculina leve. (Determinada en Examen de   Laboratorio de Andrología).
-Endometriosis leve a moderada.
-Alteraciones ovulatorias.

Después de haber hecho un correcto diagnostico y haber cumplido los criterios de elegibilidad  se iniciara la administración de medicamentos que estimulan el desarrollo folicular en ambos ovarios.  Este es el primer paso del tratamiento, y es el que aumenta las posibilidades de embarazo mediante la toma de una medicación específica, suministrada por tu doctor, para estimular la ovulación. La ingesta se efectuará cerca del inicio de tu ciclo menstrual, estimulando así a los ovarios para que liberen más de un óvulo apto para la fertilización. Es importante aclarar que las mujeres liberan, normalmente, solo un óvulo al mes. Seguramente el médico te indicará la utilización de un test de ovulación para detectar este momento o te realizará un estudio de ultrasonido para calcular la fecha exacta y así medir el tiempo de la inseminación. Una vez que estés en el período fértil, tu pareja deberá producir una muestra de semen para poder separar del plasma seminal a los espermatozoides de muy buena movilidad y permitir que comience el proceso de “capacitación” espermática. Así, los espermatozoides recuperados, después del procedimiento de separación, poseen las condiciones necesarias para poder fertilizar al óvulo. Finalmente llega el momento de la transferencia de los espermatozoides. La misma se realiza mediante el uso de una cánula, de manera indolora, hacia la cavidad uterina, cerca de las trompas de Falopio, lugar donde ocurre la fertilización.

¿Cuánto tiempo lleva la realización del tratamiento?

El procedimiento de colocar el semen en la parte superior del útero, por medio de una cánula plástica muy fina, dura entre 10 y 20 minutos y en general no es nada molesto.

¿Qué probabilidades de éxito tiene el tratamiento de inseminación intrauterina?

La tasa de éxito de la IIU depende mucho de el diagnostico inicial, o la causa de la infertilidad.  Sin embargo con estimulación ovárica presenta del 18 al 20% de posibilidad de lograr un embarazo por cada ciclo; y en forma acumulativa puede llegar al 50%, luego de varios intentos. Tus probabilidades serán más cercanas al 20% si recibes medicación para estimular la ovulación conjuntamente con el procedimiento. Se recomienda realizar varios intentos y si no resultan su medico le recomendará cambiar el procedimiento por otro de fertilización asistida de alta complejidad.

¿Cuáles son las ventajas de esta técnica?

Para muchas parejas la inseminación artificial es el primer paso, ya que el tratamiento es menos invasor y de menor costo en comparación con otras técnicas de reproducción asistida más complejas. También en los casos de que infertilidad de causa masculina, resultará más fácil concebir con la inseminación artificial. En tanto, si la pareja tiene dificultades inexplicables de fertilidad los resultados son mejores con esta práctica que con la ayuda de medicamentos solamente. El procedimiento también permite que la fertilización ocurra naturalmente dentro de tu cuerpo.

¿Cuáles son las desventajas?

Un aspecto un tanto incómodo es la sincronización, ya que ese lapso es crucial, por lo que tu pareja debe poder producir rápidamente una muestra de esperma, que deberá colocar en un recipiente, en el consultorio de tu doctor. Un aspecto importante, que deben saber, es que tendrán que estar disponibles en el momento exacto de la ovulación para acudir a la clínica o consultorio médico.

¿Qué riesgos implica la realización de este tratamiento?

La IIU implica pocos riesgos. En los casos en los que se desarrollan más de tres folículos de tamaño suficiente existe el riesgo de embarazo múltiple, por lo que se indicaría la suspensión del tratamiento. Algunas pacientes responden excesivamente a la medicación y se puede provocar una condición rara llamada síndrome de hiperestimulación ovárica, que pude manifestarse por dolor abdominal y agrandamiento de los ovarios. El monitoreo constante del tratamiento permite reducir la frecuencia de estos problemas.